Marco Mejía en Acapulco | Espectáculos | Fecha: 2014-05-30 | Hora de creación: 23:50:59 | Ultima modificación: 23:50:59
A las 23:19 horas apareció Alejandro Fernández en el escenario del Centro de Convenciones Jardín Sur en Acapulco, Guerrero, para interpretar el tema “Cóncavo y convexo”, ante un público que esperó ansioso durante más de dos horas al artista vestido con un traje negro, quien salió a escena hasta minutos después de finalizar el partido de futbol de México.
“¿Cómo están?”, fueron las primeras palabras del llamado Potrillo antes de comenzar a entonar “Se me va la voz” y proseguir con “es un placer estar con todos ustedes, gracias por acompañarme, cantar en el marco de este festival me hace sentir muy orgulloso porque hoy México necesita más que nunca de su gente, su fuerza y valores para dejarle a las nuevas generaciones una vida con libertad y dignidad”, dijo.
“La siguiente canción es para todas aquellas mujeres que al decir un nombre todavía sienten la pasión por el ser que amaron o aún aman”, expresó Fernández para iniciar la canción “Cuando digo tu nombre” y seguir con “Estuve”, al son de tres bailarinas y coristas quienes se empataron con la melodía.
Las notas de un piano englobaron la secuencia sonora de “Qué voy a hacer”, tema que el público aceptó de inmediato y en respuesta corearon. Después expresó “Mujeres cómo duelen, habemos hombres que no podemos estar con una sola mujer pero que no podemos vivir sin una de ellas”, aseguró al cantar “Desahogo”, composición de Roberto Carlos.
Surgió “Hoy tengo ganas de ti”, entre luces en color que pusieron la intensidad de la melodía con la potencia de la voz del cantante mexicano. Cambió el ritmo del concierto y un tema más ligero en el aspecto musical se hizo sonar “A nadie le importa”, canción en la que Fernández pidió que pusieran atención en la letra.
“Procuro olvidarte”, “Te quiero” y “Cenizas” estuvieron presentes para insertar romanticismo y desamor en los siguientes minutos del evento. El artista tomó asiento en un banco alto y entonó los versos de “Te voy a perder” y “Canta corazón”, tema en el que preguntó: “¿Ahora sí van a cantar?”.
“Aquí todos estamos en el mismo canal, unos enamorados, otros despechados y otros con una licenciatura para dedicarse a perder a la persona que más aman”, indicó el mexicano antes de interpretar “Me dediqué a perderte” y seguir con un tema acústico, “Si tú supieras”, en una nueva versión.
Una línea de mariachi entró al escenario para invadirlo de música mexicana durante algunos minutos, mientras el cantante se despojó atrás del escenario de su atuendo formal y apareció vestido de charro y acompañar la melodía del mariachi con su voz en la canción “¿Dónde vas tan sola?´
“Hablar de Guadalajara es hablar de tequila, de mujeres hermosas como acá en Acapulco, hablar de la gastronomía, del mariachi, de las raíces de México que siempre llevaré tatuada en el alma y en la piel, es mi esencia, estoy orgulloso de ser de este país. Quiero que disfruten de la producción de este show, diferente a lo que presentamos en palenques”, aseveró en una pausa.
“Esto va dedicado para todos los hombres para que sepan cómo deben tratar a las mujeres”, indicó al cantar “Mátalas” junto con el unísono de las voces del público. Continuó “Qué lástima”, “Cascos ligeros”, “Abrázame”, “Es la mujer”, “No”, “Nube viajera”, “Tantita pena”, que elevó el ritmo del concierto.
“Por favor esta canción no la canten, quiero que la griten”, dijo para presentar “Como quien pierde una estrella”, salir falsamente del escenario como si acabara el concierto y regresar con “Me hace tanto bien”.
“Sí necesito que griten otra, otra, pero fuerte; mi padre dentro de toda la herencia que nos dejó, me dijo que sólo me dejará sus canciones y con eso no pude decir nada”, aseguró antes de finalizar el concierto con un homenaje hacia su padre, Vicente Fernández, con los temas “Las llaves de mi alma”, “Por tu maldito amor”, “Mujeres divinas”, “Me voy a quitar de en medio”, “Olvidemos el pasado”, “Hermoso cariño”, “Estos celos”, “Acá entre nos” y cerrar con “De qué manera te olvido”.
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