El cantante mexicano Alejandro Fernández (c) durante el concierto ofrecido en la Cantera de Nagüeles, en Marbella, dentro de la programación del Starlite Festival. EFE
´El Potrillo´ deleitó a sus seguidoras durante su concierto de este viernes en la Cantera de Nagüeles, en Marbella
EFE - El cantante Alejandro Fernández está acostumbrado a cantar ante multitudes en grandes espacios, pero la noche de este viernes lo hizo en el reducido aforo de la Cantera de Nagüeles de Marbella (Málaga) ante unas 2,200 personas.
Con 50 minutos de retraso, comenzó el concierto, lo provocó algunos silvidos del público que se silenció cuando el mexicano, enfundado en un traje de chaqueta negro, con el pelo engominado recogido en una coleta, salió al escenario y ha interpretado "Cóncavo, convexo".
El cantante de 43 años está presentado su último disco "Confidencias" en su gira española que ya lo ha llevado al Teatro Real de Madrid, a Gijón, Murcia, Sevilla. Pero en estos escenarios lo ha hecho ante numeroso público. Y hoy ha estado de confidencias con los asistentes de Starlite, a los que ha tenido, literalmente, en la palma de la mano.
Ha susurrado algunas de sus canciones, en ocasiones, y en otras ha soltado su chorro de voz por un auditorio repleto de seguidoras enloquecidas que no han parado de lanzarle piropos.
Y es que el artista les ha dado ocasión para ello. Vestido de charro, con sus mariachis; de figurín de sastrería con impecable traje de chaqueta negro; a lo James Bond, rodeado de sus chicas del coro.
Fernández agradeció al público español el recibimiento durante toda su gira, por su "entrega y su pasión" y les ha avanzado que les iba a hacer olvidar su problemas "llenándolos de un poquito de México". Y eso ha hecho, ha exportado la esencia mexicana hasta la cantera marbellí junto con baladas y otras piezas pop.
Se ha "desnudado", musicalmente hablando, aprovechando este íntimo escenario, con tres piezas: "Me dediqué a perderte", "No sé olvidar" y "Si tú supieras", con retoques distintos a sus originales. Con ésta última se ha producido la transición a la segunda parte, puramente mexicana.
"El Potrillo", como es conocido artísticamente en Latinoamérica después de que su padre, Vicente Fernández, también cantante, pusiera ese nombre a una finca en honor a sus tres hijos varones, se desbocó en Marbella.
Icono sexual en México, Fernández tiene el don y la capacidad de gustar a un público muy variado. Por eso esta noche en Marbella hemos visto uno de los conciertos más multitudinarios de Starlite. Tanto es así que la organización ha dispuesto de una flota de once autobuses que subían y bajaban para trasladar a los espectadores hasta la cantera.
Antes del recital se ha podido ver en los aparcamientos de Starlite a grupos de mujeres alrededor de una furgoneta con la música de su ídolo a todo volumen y con su nevera de avituallamiento correspondiente.
Otras fans que han pagado 248 euros por estar en primera fila traían obsequios para el cantante: flores y un muñeco de goma vestido de mariachi. "Esperamos poder entregárselo ya que hemos comprado esta entrada tan cara, pero merece la pena", comentaba una de ellas. Y al final lo han conseguido. Otras han logrado incluso hacerse una foto agarradas a la pierna de Fernández mientras cantaba.
Las localidades en grada de 83 euros se han agotado. Los palcos de 750 euros presentaron un lleno casi total. En esta zona vip hemos encontrado a la familia de Fernández, al central argentino Demichelis y al torero Francisco Rivera con su esposa que también ha levantado al público de sus asientos, eso sí, antes de que comenzara el concierto.
Mientras el sector femenino no quitaba ojo a su ídolo, el masculino llevaba su mirada detrás, a la gran pantalla en la que de forma insistente se han proyectado imágenes de bellas y raciales jóvenes en todo tipo de situaciones.
Un repertorio con cerca de 30 canciones Fernández los transportó a México.
- ©2014 El Horizonte
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