Punta Cana.- El ídolo de la música mexicana Alejandro Fernández puso a vibrar el salón Fillmore del Hard Rock Hotel Punta Cana con su concierto “Confidencias”.
A pesar de que semanas atrás se vio afectado por la mordida de su perro, El Potrillo se mostró 100 por ciento recuperado y se entregó por completo al público en Punta Cana, República Dominicana, que disfrutó de un repertorio de grandes éxitos.
Cientos de personas de distintas nacionalidades se dieron cita para disfrutar la actuación del astro de la música latina, quien inició a las 9:36 con la canción “Cóncavo y Convexo” y luego “Se me
va la Voz”.“Buenas noche República Dominicana, buenas noche Punta Cana, es un placer volver a esta aquí con mi familia, con mis amigos y, por supuesto, con ustedes. Gracias por tanta muestra de cariño”, expresó Fernández.
Vestido de negro, con camisa blanca y unas barbas largas, inició a las 9:40 de la noche con ocho músicos a sus espaldas, tres bailarinas, un lugar repleto de personas y una lista de 28 canciones, en donde el llamado Potrillo se paseó por el escenario soltando temas que fueron coreados uno a uno por un público que llegó para verlo cantar.
Cabalgó con los recuerdos de sus fanáticos, trajo temas muy exitosos en el país, y habló en varias oportunidades con sus espectadores a quienes en un momento les pidió desnudar su alma para juntos vivir el concierto íntimo que trajo a República Dominicana.
Un hombre sereno
Su serenidad, su mensaje de amor y de unión familiar hicieron ver en el artista una madurez impresionante, ante unos fans que el pasado año estuvieron en ese mismo lugar viviendo lo que fue la primera llegada de su “Confidencias World Tour”.
“Cóncavo y convexo” y “Se me va la voz” fueron los primeros temas que interpretó el artista, que sigue mostrando en el escenario una disciplina y una seductora voz que le valen para enloquecer a sus fanáticas.
“Me quiero tomar un momento para agradecer a Dios por permitirme estar aquí con ustedes, a mis padres por haber formado una familia de amor, a mis hijos por ser mi motor de cada día, y aquí en el escenario agradecer a mi mariachis grande de México, mis músicos, mi coro, y a todas las personas que no ven que están detrás de toda esta producción, y del otro lado del escenario un aplauso para ustedes, por hacer una noche maravillosa y mágica”, dijo un Alejandro Fernández centrado y muy tranquilo.
Alejandro compartió durante casi tres horas sus mayores éxitos, que iban desde las baladas románticas hasta las clásicas rancheras con los que consolidó nuevamente su presencia en República Dominicana. “Me cantó mi CD entero, no hubo desperdicio, solo le faltó hablar un poco más con el público”, dijo uno de sus fanáticos más fieles, que además reveló tener todos sus discos y seguirlo a todas partes donde se presenta.
“Muy buenas noches, qué lindo volver a estar aquí con mi familia, mis amigos y con ustedes, muchísimas gracias por acompañarme. Pasaremos una noche increíble”, fueron de las primeras palabras del artista, que aunque no paraba de sonreír al cantar, el publico notó que estuvo un poco centrado solo en cantar.
Recuerdo
Al inicio del concierto recordó al fallecido Joan Sebastian y le dedicó el tema “Estuve”, al que le siguió “Qué voy a hacer con mi amor”, “Cuando digo tu nombre”, “Desahogo”, “Mátala”, “Canta corazón”, “Tantita pena”, “Loco”, y otros. Deleitó mostrando en escena la complicidad que tiene con sus músicos y más aún con su saxofonista Isidro, quien dejó ver su destreza con este instrumento.
Fernández se sentó al pie del escenario, y allí, como en una reunión familiar, sus músicos lo rodearon, y desde ese punto dieron rienda suelta a la interpretación de tres de los temas que para el artista son los más conocidos de su catálogo musical: “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar” y “Si tú supieras”.
Un cambio de vestuario, tras una hora transcurrida de concierto, dio paso a su etapa de charro, para, vestido de negro y con sombrero en mano y once mariachis subido al escenario ofrecer sus más sonados éxitos mexicanos.
Pasada la medianoche y tras una despedida a la que siguió el grito de “otra, otra”, que duró cuatro minutos, el cantante volvió al escenario, para regalar ahora un popurrí con temas de su padre Vicente Fernández, los que también fueron coreados.
Fonte://eldia.com.do/
Alejandro Fernández encanta en Punta Cana
El concierto del cantante mexicano estuvo dividido en dos partes: la primera dedicada a sus baladas y boleros, y la segunda para algunas de sus rancheras, en compañía de un mariachi conformado por doce músicos.
PUNTA CANA, PROVINCIA LA ALTAGRACIA.- El cantante mexicano Alejandro Fernández embrujó a sus fans, principalmente a las mujeres que casi llenaron el salón Filmore de Hard Rock Hotel & Casino la noche del sábado con el concierto “Confidencias World Tour”.
Durante dos horas y media, el “Potrillo” interpretó más de treinta canciones entre baladas, boleros y rancheras, ante más de dos mil personas, acompañado primero de nueve músicos y tres bellas coristas cuyos bailes y movimientos fueron la entretención del público masculino.
En la segunda parte de la velada, Fernández se hizo acompañar de un mariachi conformado por doce músicos, momento en que aparece vestido de charro, provocando fuertes gritos y algarabía femenina.
La mágica noche comenzó a las 9:30 con el tema “Cóncavo y convexo”, de Roberto Carlos, en medio de las ovaciones de las damas, seguido de “Se me va la voz”, para dar las buenas noches y expresar su gratitud a los dominicanos por la acogida que siempre le han dispensado.
“Buenas noches Punta Cana. Un placer inmenso estar de vuelta en República Dominicana”, dijo el artista.
“Cuando digo tu nombre”, “Estuve” y “Qué voy a hacer con mi amor”, fueron los siguientes éxitos a ritmo de balada. Este último más cantado por los seguidores que por el propio artista.
El público también coreó “Desahogo”, “Hoy tengo ganas de ti”, “A nadie le importa”, “Te amaré”, “Tu amor me hace tanto bien”, “Te voy a perder” y “Canta corazón”.
A las 11:00, el concierto se puso acústico cuando Alejandro Fernández acercó los músicos al público para interpretar, de forma más íntima, las canciones “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar” y “Si tú supieras”.
De inmediato, el cantante azteca salió del escenario y uno a uno fueron llegando los mariachis en lo que Alejandro se cambiaba el vestuario. Las ovaciones femeninas delataron su regreso al escenario con “Mátalas”, haciendo homenaje a sus orígenes, todo un charro.
Con el impecable sonido del mariachi continuó cantando “Qué lástima”, “Cascos ligeros”, “Abrázame”, “Es la mujer”, “No”, “Loco”, “Nube viajera” , “Sin tantita pena” y “Te bajé las estrellas”.
El final. Pasadas las 11:45 de la noche y ya para despedirse, Alejandro rindió homenaje a su padre Vicente Fernández con un popurrí de sus más conocidas canciones, momento en que destacan los solos de trompeta y las palabras del artista mexicano invitando a los hombres a adorar a las mujeres y a querer a su familia.
Durante dos horas y media, el “Potrillo” interpretó más de treinta canciones entre baladas, boleros y rancheras, ante más de dos mil personas, acompañado primero de nueve músicos y tres bellas coristas cuyos bailes y movimientos fueron la entretención del público masculino.
En la segunda parte de la velada, Fernández se hizo acompañar de un mariachi conformado por doce músicos, momento en que aparece vestido de charro, provocando fuertes gritos y algarabía femenina.
La mágica noche comenzó a las 9:30 con el tema “Cóncavo y convexo”, de Roberto Carlos, en medio de las ovaciones de las damas, seguido de “Se me va la voz”, para dar las buenas noches y expresar su gratitud a los dominicanos por la acogida que siempre le han dispensado.
“Buenas noches Punta Cana. Un placer inmenso estar de vuelta en República Dominicana”, dijo el artista.
“Cuando digo tu nombre”, “Estuve” y “Qué voy a hacer con mi amor”, fueron los siguientes éxitos a ritmo de balada. Este último más cantado por los seguidores que por el propio artista.
El público también coreó “Desahogo”, “Hoy tengo ganas de ti”, “A nadie le importa”, “Te amaré”, “Tu amor me hace tanto bien”, “Te voy a perder” y “Canta corazón”.
A las 11:00, el concierto se puso acústico cuando Alejandro Fernández acercó los músicos al público para interpretar, de forma más íntima, las canciones “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar” y “Si tú supieras”.
De inmediato, el cantante azteca salió del escenario y uno a uno fueron llegando los mariachis en lo que Alejandro se cambiaba el vestuario. Las ovaciones femeninas delataron su regreso al escenario con “Mátalas”, haciendo homenaje a sus orígenes, todo un charro.
Con el impecable sonido del mariachi continuó cantando “Qué lástima”, “Cascos ligeros”, “Abrázame”, “Es la mujer”, “No”, “Loco”, “Nube viajera” , “Sin tantita pena” y “Te bajé las estrellas”.
El final. Pasadas las 11:45 de la noche y ya para despedirse, Alejandro rindió homenaje a su padre Vicente Fernández con un popurrí de sus más conocidas canciones, momento en que destacan los solos de trompeta y las palabras del artista mexicano invitando a los hombres a adorar a las mujeres y a querer a su familia.
Fonte://hoy.com.do/
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