El Informador / GUADALAJARA, JALISCO (02/NOV/2013).− Son las 00:40 horas y sus gargantas están afiladas. Gritan tan intensamente que erigen una pared de sonido. Miles de almas colman el Palenque de las Fiestas de Octubre . Una ovación recibe a Alejandro Fernández , quien aparece con su traje de charro y el pelo engominado. Alejandro llega muy serio, saluda poco y calienta motores con un popurrí donde caben sentimientos tan opuestos como el orgullo herido de "Que seas muy feliz" y la entrega total de "Si tú no vuelves".
Las canciones se suceden en tenues transiciones. Ahora suena "Así como soy, yo soy". En la parte baja lo acompanan su familia y su novia. Por ahí suelta un grito "¿Cómo estás Guadalajara?". Y Guadalajara está eufórica y ensordecedora.
Alejandro no canta solo: está acompañado de su mariachi y de un coro de miles de fanáticos que han memorizado todas sus canciones. En el escenario están inscritas una A y una F. El fondo es rojo. Las letras son blancas. El culto al ego era para un solo hombre: el último profeta en su tierra.
"Que no cabe en mi pecho, que me cala en los huesos, que se ahoga en este mar de dolor", entona Alejandro al compartir el escenario con dos guitarristas para despuntar con "Qué voy a hacer con mi amor". Después llega "Procuro olvidarte" y ya suman los primeros 20 minutos. No habla mucho, pero no para de cantar. Suelta un "muchas gracias" de cuando en cuando. Su voz, aterciopleada y gruesa, está intacta.
En las butacas abundan dos tipos de abanicos: los que se agitan para dar aire a las mujeres y los que se forman entre los dedos de las meseras, que llevan sendos billetes, pues el alcohol es el segundo más querido después de Alejandro.
Finalmente, decide charlar por primera vez con el público, y les agradece estar en casa. Luego les pide que sigan cantando con él.
"Mátalas, con una sobredosis de ternura", les aconseja a los caballeros, porque "no hay una mujer en este mundo, que pueda resistirse a los detalles". El Potrillo en realidad les ofrece dádivas: él ya ha conquistado a todas las chicas. A todas las que se desgarran de emoción viéndolo en el Palenque de las Fiestas de Octubre.
"Hoy tengo ganas de ti" es la entrada de la telenovela "La tempestad". Hoy es la historia de pasión entre Alejandro y su público. Luego da salida a "Eres tan bronca" y "No".
En "Sin tantita pena" recibe flores de sus admiradoras en la primera fila. Les agrade con besos en la mejilla. Poco importa que la intromisión de las trompetas genere un efecto disonante debido a las fallas en la acústica del lugar. Lo importante es que un par de afortunadas fueron besadas por su ídolo.
La pantalla refleja la evolución de su rostro. Está tocando "No lo beses" y ya tiene el cabello despeinado. Entonces hace explotar una bomba de patriotismo e identidad regional: "Guadalajara", "Ay Jalisco, no te rajes" y "México lindo y querido", que invitan a enorgullecerse con voz y baile.
"Nube viajera" y "Cómo quien pierde una estrella" son algunos de sus temas más añejos. Como el tequila, así se disfrutan mejor. Recordando sus hazañas, a Alejandro se la ha quitado todo lo serio. Ahora sonríe encantado, y su público en ningún momento languidece.
EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
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