Por: CRISTINA ESTUPIÑAN |
9:09 p.m. | 11 de Septiembre del 2013
Alejandro Fernández tema portada
Foto: Universal Music y EFE
En el lanzamiento de su nueva producción se le reconoció con dos discos de platino y uno de oro.
Al oído, como muchas de sus seguidoras prefieren escucharlo, y en privado, como otras tantas quisieran tenerlo, Alejandro Fernández fue el anfitrión de elenco en Ciudad de México, escenario también de su reencuentro con un grupo numeroso de mujeres que con carteles lo esperaron bajo la lluvia.
El intérprete es profeta en su tierra y se le extrañó. Con el anuncio de que Confidencias vería la luz, las ventas se dispararon y el mismo día del lanzamiento se le reconoció con dos discos de platino y uno de oro, cifras a las que Colombia hizo un buen aporte. "Siento que va a ser un álbum muy importante en mi carrera, y puedo decirlo por la reacción del público. El trabajo acaba de salir y es número uno en ventas en 19 países. La gente esperaba un trabajo nuevo y creo que cumplimos el objetivo. El tiempo de Dios es perfecto, y se retrasó tanto que pudimos darle una buena pulida y perfeccionarlo".
Alejandro es tranquilo, amable e impecable. Tiene poco y nada de esas ‘ínfulas de las estrellas’ que podría exhibir porque es un ídolo perseguido por las fans y por la prensa. Pero está curado y a los 42 años lo que disfruta es la madurez. "Duré tanto preparando el Cd que me daba tiempo para irme de fiesta; sin embargo me saturé de todo eso y quise darme un espacio. ¡Me retiré y dije no más! Quería dedicarme a mi trabajo, salir bien, y a esta edad ya estuvo bueno de tanta parranda. Me refugié en mi casa y me sentí muy bien. Lleno espiritualmente, con gran paz interior y hoy estoy mucho mejor".
¿Pero hubo un motivo especial para tomar esa determinación?
Tú solo te das cuenta. De entrada me pasaba que iba a una fiesta, me invitaban un vino y ya me daba asco, y no quería. Las desveladas fueron otra señal. No es lo mismo enrumbarse a los 42 que a los 20, entonces para reponerme ya no basta con dormir bien de un día para otro, sino que ahora necesito hasta una semana para lograrlo.
Es un ‘hombre nuevo’, que en primer lugar no se vestirá de charro por un buen tiempo pues lo que presenta son 14 baladas románticas que hoy son clásicos y que fueron éxitos en las voces de artistas como Miguel Gallardo, José Luis Perales y Roberto Carlos.
En cuanto a su imagen, este Alejandro luce más delgado y con el pelo completamente negro; cambios que las malas lenguas le atribuyeron incluso a una cirugía. "He escuchado muchos comentarios sobre lo que me hice y me da risa. A este disco me le dediqué ciento por ciento y me puse en un régimen alimenticio impresionante e hice ejercicio. ¡Quiero verme radiante! Me pinté el pelo porque, la verdad, lo tengo completamente blanco. Me decían que me hiciera unos rayitos negros pero ¡noooo!; para eso pues me lo pinto todo mejor. Cuando era muy joven y ya tenía canas me las dejaba porque se veían superbién, interesantes, pero ahora me dan un subidón de edad muy fuerte".
¿Qué dice su novia?
A ella le gustan mucho las canas, pero esto ya es algo personal. Me comparé de una foto a otra y había un cambio impresionante.
La pregunta tiene lugar porque su nuevo amor es Karla Laveaga, una tapatía (de Jalisco) que tiene la mitad de su edad, que incursiona en el modelaje y que inquieta sobre todo al género femenino, preocupado por si el cantante se volverá a casar. "Nada está escrito en la vida, y no estoy negado ni estoy en contra del matrimonio, pero por ahora estoy muy bien. No sé hasta dónde me pueda llevar esta relación, pero por ahora no hay planes de nada".
Es romántico, "vanidoso y macho. Estoy muy seguro de mi sexualidad, completamente seguro de que me encantan las mujeres". Y a ellas les llegará vestido elegantemente y con ese listado musical que años atrás encantaba a su mamá, quien sin quererlo marcó el norte de este nuevo trabajo. "Siempre fui el bebé de la casa, entonces fui un niño faldero, de esos que andan detrás de la mamá todo el día. A ella no le gustaba dejarme solo, porque era muy inquieto, entonces a donde iba me llevaba y ahí, en los trayectos de la casa a la escuela y de allá a la casa, ponía música. Empecé a conocer todas estas canciones de su época, y como desde muy niño me gustaba cantar, fui aprendiéndolas. Era como una esponja".
A ella, a la mujer que lo llevó a descubrir las letras con las que muchos se enamoraron y otros tantos pasaron sus ‘tusas’, le dejó un agradecimiento por escrito en el librillo del disco que en un principio se vislumbró como un trabajo de covers y composiciones inéditas, pero que, al no encontrar quién pudiera escribir de la misma manera que se hacía en los viejos tiempos, se transformó en lo que es actualmente. "Hasta los más reconocidos de este tiempo, como Armando Manzanero, que escribe muy clásico, también han evolucionado en su forma de componer; entonces pensamos que se notaría mucho la diferencia y decidimos hacer solo versiones".
El reto fue entonces lograr muy bien, de manera diferente y contemporánea, aquellos temas que ya habían sido grandes hits, misión para la que Alejandro se rodeó tan bien que de una vez se aseguró de hacer colaboraciones que lo acercaran a todas las generaciones. "Las tres están espectaculares. Me olvidé de vivir la hice con mi padre (Vicente Fernández), porque tiene una letra muy especial para los dos. Hace poco, y sin saber que la había grabado, él les dijo a sus amigos que le llegaba al alma sobre todo después de haber pasado por ese problema, el de la cirugía, entonces fue increíble".
En cuanto a Christina Aguilera, con la que también canta, dice que es una de las artistas de gran proyección internacional, "con un talento que me lleva a pensar que es la mejor. Su colaboración nos permite llegarles a los más jóvenes". Hicieron la canción que más le gustaba a ella y trataron de que el sencillo de lanzamiento fuera el que más se acercara a lo que la gente ya conocía de Alejandro Fernández.
"Con Rod Stewart dio la casualidad de que en el Cd viene un clásico de un blues, así que le vino como anillo al dedo. Cuando nos dijo que sí, ya tenía mi mezcla lista y mi versión estaba grabada; entonces se editó y se pusieron las partes en las que él entraba. No lo hicimos juntos sino que Rod lo grabó por su parte".
Otra estrella que tuvo gran participación en el disco fue nadie más ni nadie menos que Phil Ramone, el maestro detrás de celebridades como Frank Sinatra, George Michael, Aretha Franklin, Billy Joel, Paul McCartney y Tony Bennett: "Cuando lo conocí, habló de su carrera, contaba muchas anécdotas, y por debajo de la mesa empecé a patear al presidente de Universal Music, quien fue a verlo conmigo, No sabía si podía darnos ya el sonido que buscábamos pues estaba cerca de los 80 años y lo que queríamos era que sonara actual". De hecho el presentimiento se convirtió en realidad y en el proceso de producción al mexicano no le gustaron algunos arreglos. "La melodía era muy plana y se escuchaba como vieja; no me daba buena espina. Terminamos la sesión y salí mal. Los de la compañía me decían que era yo quien debía hablar con Phil porque era mi disco. Me fui a casa pensando cómo comentárselo sin que lo fuera a tomar a mal, y al día siguiente le dije que no me estaba gustando, que quería algo más fresco, le di unas ideas y las agarró perfectamente. Me dijo que si no era lo que quería lo cambiaba, e hizo un arreglo maravilloso".
Pero lamentablemente el productor musical no alcanzó a ver el disco en el mercado porque falleció en pleno proceso de escucha. "Como a los seis meses de terminar la grabación, lo perdimos. Y fue una gran pena por todo lo que representa. Por ser un gran artista que dentro de la industria era un ícono, admirado y respetado por muchos".
Mientras Alejandro volvía al ruedo y se despertaba el interés de los medios por el dueto que hizo con su papá, Vicente Fernández, este volvía a ingresar a un hospital pero esta vez por una trombosis pulmonar, situación similar a la que ocurrió justo cuando quería proponerle la colaboración. "Había pensado en esto, pero no estaba seguro de que él pudiera. Tuve que hacer gestión porque era algo ajeno a lo suyo, que es la ranchera y la música mexicana. Fui, hablé con él y le conté la importancia de este disco y los motivos por los que quería tenerlo. También le hablé de la canción que quería para los dos, se identificó con ella y aceptó. Es un tema que nos llega mucho a ambos".
En El Rancho, y en medio de la convalecencia, padre e hijo grabaron pese a las dificultades que el charro mayor tenía para cantar, y justo antes de que entrara a la sala de cirugía en Chicago, donde lo operaron de un carcinoma hepático, ‘el Potrillo’ -como se conoce a Alejandro- les compartió a él y a su mamá el disco que le acababan de entregar. "Les puse los audífonos, lo escucharon y fue un momento especial. Mi padre me abrazó, me dio un beso y me dijo que me felicitaba porque era el mejor Cd que me había escuchado durante mi carrera. Después lo oyó mi madre y le encantó. Le dije que todas esas canciones las había conocido por ella y se le llenó la cara de alegría. Su favorita es Hoy tengo ganas de ti, de Miguel Gallardo".
Por coincidencia y selección, ese fue el sencillo con el que se presentó el disco y el título que vinculó a un colombiano a este álbum. En California, en una casa de estilo barroco, el director Simón Brand le imprimió su sello al video que plasma esta historia de amor que pasó de ser cantada solamente por el español a tener una interpretación de pareja. "Es un gran amigo, ha colaborado conmigo en muchos videos de gran éxito y ya es mi parcero".
El lenguaje evidencia que Alejandro está muy familiarizado con nuestro país; y cómo no, si pese a terminar su romance con Ximena Díaz, es el padre de dos niños que llevan esta sangre. "Tenemos muy buena relación y la seguiremos teniendo. Cuando voy a su casa o visito a los niños (Emiliano y Valentina) me prepara bandeja paisa, ajiaco o sancocho valluno y ¡me encanta! También me gusta la arepa, claro que ya es una combinación colombo-mexicana. Y ni hablar de los ‘dichos’; muchos me quedaron".
Pese a sus separaciones y a la fama de galán irresistible que tiene, el cantante es un hombre que cree en la familia. "Hay momentos donde te nublas un poco y te olvidas de ciertas cosas. Para mí lo más importante es tener los pies sobre la tierra, como me lo enseñó mi papá. Mi motor es la familia, y el ser buen padre es sin duda alguna lo mejor que él me ha inculcado. Somos una familia unida y tenemos un amor muy especial".
A través de las redes sociales, el menor de los Fernández agradeció las oraciones por la salud de su padre, quien se recupera satisfactoriamente y, pese a la ‘Gira del adiós’, tiene muchos planes: "Mi papá está descansando pero va a estar haciendo algunas cositas… Se retiró de los escenarios, pero va a seguir haciendo música".
En tarima, Alejandro será el embajador de esta familia, y el Confidencias World Tour pasará por nuestro país: "Colombia es uno de mis mercados más fuertes cuando salgo de gira, y visitaré varias ciudades del país. ¡Estoy ansioso!".
Mientras viene a cantar en concierto, su Cd se puede conseguir en almacenes Éxito.
CRISTINA ESTUPIÑAN