Por Tommy Calle en Entretenimiento y Los Angeles 1:51 PM, 10 sep 2011
Alejandro Fernández en el Gibson. Cortesía
La gente lo quiere y admira, de eso no hay. Alejandro Fernández dio la noche del viernes un memorable recital, donde no hubo pausas, ni abucheos, ni reproches. El Potrillo, dio un gran espectáculo para sus seguidores que llegaron para celebrar por anticipado las fiestas patrias junto a su estrella.
La próxima semana, Alejandro se estará presentando en el MGM de Las Vegas para dar El Grito de Independencia por octava ocasión consecutiva, por eso sus fans de Los Angeles no quisieron quedarse sin verlo y a última hora acudieron en masa al Gibson para apoyarlo y celebrar junto con él durante dos horas y veinte minutos.
A ritmo de mariachi y emergiendo de abajo del escenario con su traje de charro y copete alto, Alejandro inauguró la noche con un popurrí al ritmo de “Dónde vas tan solita”, “Llorando penas”, “Ojo por ojo”, “La mitad que me faltaba” y “Tú regresarás”.
La velada pintaba muy bien y prometía ponerse mejor al encender los corazones con “Loco” y “Si he sabido amor”, las cuales fueron coreadas por las casi 4 mil quinientas almas que se hicieron presentes en el Gibson de Universal Studios.
“Cómo estás Los Angeleeeeesssss”, gritó con euforia ante los aplausos de sus connacionales y demás fanáticos latinoamericanos que lo acompañaban esa noche.
“Feliz de estar aquí sobre toda en esta fecha tan importante para los latinoametricanos (Fiestas Patrias) y en especial para los mexicanos de aquí de Los Angeles, una ciudad que la considero como mi segunda casa”, agregó y arrancó ovaciones.
Dijo que llegaba para que esa noche se desconectaran de sus problemas con los temas que iban a cantar. “Y ésta va dedicada a los caballeros para que sepan cómo tratar a las mujeres”, dijo antes de interpretar su éxito bailable y muy folclórico, “Mátalas”.
Luego los gritos se hicieron sentir al oír los acordes de “Ella”, la historia de “aquellos mariachi y aquel tequila que lo hicieron llorar”.
Y sí, Alejandro los invitó a cantar y todos le siguieron el paso a cada instante.
“De mi último [disco Tradición], del señor Joan Sebastian… [aquí les va] esta canción”, dijo para darle paso a su éxito “Estuve”.
Luego la trompeta de su inseparable Isidro comenzó a dar la tonada de “Si tú te vas”, la cual desencadenó gritos de las féminas mientras luces rojas lo bañaban con intensidad. Alejandro estaba sentado a la par del piano y entonaba la melodía con la audiencia que lo acompañaba en los coros.
Hernán Hernández, su director musical, llevaba por lo alto la función con un Alejandro inspirado y muy entregado.
“Ahora sí, agárrence…”, advirtió Alejandro. “Ahora viene una de las canciones más polémicas. Cuando la escogimos, no nos paso por la mente molestar a las mujeres. Como mexicanos estamos acostumbrados a escuchar temas así en las voces de Pedro Infante, Antonio Aguilar y mi propio padre (Vicente Fernández), por eso se me hizo muy padre esta canción, sin ánimos de ofender, así que cambien ese chip…para ustedes, ‘Unas Nagaldas’”, dijo ante el sonoro aplauso de sus fans.
El momento que subió el sentir mexicano llegó con el éxito de José Alfredo Jimenez “El Rey”, mientras que el que subió el ánimo del Potrillo fue cuando recibió de una fan un brasiere amarillo de copa extra grande. Alejandro lo tomó sonriente e interpretó con picardía “Nube viajera”.
“Hoy no tenía cortinas y ahora ya tengo”, dijo poniéndose el brasiere en los ojos mientras su gente reía desde sus asientos.
Los homenajes
Sobre su pecho colgaba un rosario transparente y de su garganta comenzó a brotar el homenaje al cantautor mexicano Juan Gabriel. Con temas como “Que te vas”, “La diferencia” (a dúo con su corista Cynthia) y “Te sigo amando”, El Potrillo arrancó suspiros y robó corazones.
Con este popurri, el mariachi tomó una pausa y el alma pop de Alejandro salió a relucir. El traje de charro lo dejó en el camerino para ahora vestir saco, jeans y playera.
Arrancó con ”Se me va la voz”, “No se me hace fácil olvidar”, “Que voy a hacer sin su amor” y con su interpretación de “Que lástima” se sentó al borde del escenario para recibir flores.
El público se puso de pie al oír la balada rítmica “Canta corazón” que fue entonada por su estrella a viva voz. Luego la nostalgia llegó con “Me dediqué a perderte”.
Con la temperatura por las nubes, Alejandro se despojó de su saco y le dio rienda suelta a “Tu amor me hace tanto bien”.
El teclado le dio entrada a “Te voy a perder”, el primer sencillo de su producción “Viento a favor”. El momento fue mágico entre sus fans y Alejandro.
Entre dos mundos
Del mariachi al pop y luego de nuevo llegó el mariachi, ya que no pudo
faltar su mega éxito “Como quien pierde una estrella”, el cual terminó siendo interpretado por la audiencia mientras el aparentaba torear en el escenario ante las ovaciones de su público.
Y cuando parecía que la velada llegaba a su fin, El Potrilllo volvió a salir a la escena, mientras su público no cesaba de ovacionarlo.
De aquel álbum que le produjo Kike Santander, Alejandro entonó “Si tú supieras”, pero esta vez con su tercer cambio de ropa con playera negra y chamarra de cuero.
“Yo no se olvidar” y “Sin tantita Pena” siguieron en el repertorio, mientras los ramos seguían llegando al escenario. Rosas rojas y girasoles llegaban a manos de El Potrillo, quien despedía a sus seguidores con muestras de cariño.
No hubo necesidad de pedir otra, pues Alejandro volviófrente a sus fans para cantarles el clásico “Se me olvidó otra vez”.
Lo que no se le olvidó, fue rendirle homenaje al hombre que le dio la vida.
Con mucho sentimiento, el hijo de Chente se paró frente a su público con rostro de satisfacción y recibiendo los aplausos de una agradecida audiencia que brincó de la euforia al ser sorprendida con un popurri de temas que su padre estará cantando en el mes de noviembre en ese mismo escenario.
Así llegaron temas como “Amor de mi alma”, “Por tu maldito amor”, “Mujeres Divinas”, “Me voy a quitar de en medio”, “Acá entre nos” y “De qué manera te olvido”, mientras en las pantallas se reflejaban imagenes con las siglas VF (Vicente Fernandez).
El ritmo pop selló la noche y con su interpretación de “Sueño contigo”, Alejandro se despidió de su gente. “Muchas gracias Los Angeles… nos vemos en Las Vegassssss”, fueron sus palabras de despedida para su fiel fanaticada que se marchaba con satisfacción y con el alma llena de
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